16 Ene Probióticos y prebióticos: nutrición simbiótica para la salud.
La microbiota intestinal se define como el conjunto de microorganismos que habitan de manera simbiótica en nuestro organismo. Se estima que está formada por 100 billones de bacterias, la mayoría de ellas en el colon. Recordemos que en el cuerpo humano, por cada célula (con nuestra información genética) hay 10 veces más de microorganismos (con ADN no humano) y 25 veces más de virus; lo que nos lleva a afirmar que vivimos en simbiosis con todos esos microorganismos no humanos, es decir, que no solo estamos asociados con las diferentes variedades de bacterias y virus, sino que nuestra salud depende del equilibrio de esta relación.
Siguientes funciones de la microbiota intestinal
- Transformación de alimentos en micronutrientes ( vitaminas, aminoácidos,enzimas, etc).
- Filtro y eliminación de toxinas.
- Es la base del sistema inmunológico y controla los microorganismos patógenos.
- Síntesis de gran parte de neurotransmisores como: serotonina, dopamina, cortisol y triptofano, entre otros.
- Síntesis de benzodiacepinas naturales (tranquilizantes).
- Acción antiinflamatoria.
- Favorece la regeneración celular.
- Acción anticancerígena, por generar antioxidantes y potenciar el sistema inmune.
Cuando el equilibrio simbiótico se altera hablamos de disbiosis intestinal, de la cual encontramos tres tipos
- Por mayor presencia de microorganismo patógenos: asociada a enfermedades autoinmunes y crónicas.
- Por pérdida de microorganismos beneficiosos: asociada a procesos inflamatorios crónicos y debilidad del sistema inmune.
- Por pérdida de diversidad microbiana: asociada a procesos alérgicos y asmáticos.
La disbiosis en general, también está asociada a trastornos psiquiátricos como: trastornos del sueño, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), trastorno de la conducta, del estado de ánimo, ansiedad, depresión y otros. Todo debido al déficit y desequilibrio en la síntesis de neurotransmisores.
Los factores causantes de la disbiosis intestinal son múltiples y se combinan entre ellos, potenciando su efecto negativo para la salud. Podemos mencionar algunos de ellos como: estrés psicoemocional; uso indebido de antibióticos y medicamentos (aún cuando el uso de antibióticos sea por prescripción médica es necesario reforzar la microbiota intestinal); alimentación rica en azúcares, harinas refinadas y carnes; alimentación pobre en vegetales, frutas, cereales integrales y legumbres; abuso de alcohol y otros tóxicos.
¿Cómo cuidar y mantener la microbiota en equilibrio?
A través de lo que ingerimos podemos cuidar nuestra microbiota. Nuestra alimentación debe ser rica en alimentos probióticos, prebióticos y simbióticos.
Los prebióticos son alimentos que favorecen la nutrición de la microbiota humana. Suelen ser alimentos ricos en fibras vegetales, sustancias azufradas y otros compuestos químicos orgánicos. Se utilizan para mantener el equilibrio de estos microorganismos.
Los probióticos son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar la microbiota normal del cuerpo.
Se llaman simbióticos a aquellos alimentos y bebidas que en sí mismos llevan a la vez componentes prebióticos y probióticos, que nutren tanto el metabolismo humano como el microbiano. Estos alimentos suelen ser siempre fermentados (sin esterilizar).
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Cuidarte es quererte, quiérete y cuídate. Vivir saludable cuesta poco y está a tu alcance.
Salud y evolución.