25 Oct Perimenopausia y menopausia, la transición a la plenitud.
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En cierto momento del desarrollo biológico de la mujer, a partir de los 40 años de edad aproximadamente, comienza una gradual disminución de la función ovárica que la llevará al final de la etapa reproductiva. Ello incluye un déficit en la secreción de estrógenos* y progesterona*, lo que conlleva cambios en el cuerpo y en el ciclo reproductivo. Esta etapa es conocida como perimenopausia.
La menopausia es cuando se llega al cese de la función reproductiva de los ovarios, cuando en ellos se agotan los óvulos. Se considera a partir de doce meses consecutivos sin menstruar, y suele ocurrir entre los 50 y 55 años de edad.
Si bien el fin del ciclo reproductivo es un proceso natural, los cambios hormonales pueden ser experimentados en el cuerpo y en la mente con mayor o menor intensidad. Las manifestaciones más características son:
- Sofocos (calor repentino que puede acompañarse de sudoración profusa).
- Insomnio o sueño poco profundo, sudoración nocturna.
- Sequedad vaginal y de otras mucosas.
- Disminución de la libido.
- Cambios de humor, que, dependiendo de cada mujer, pueden experimentarse como: irritabilidad, ansiedad o depresión, a veces pérdida de memoria y dificultad para concentrarse.
- Cambios físicos: pérdida de elasticidad de la piel, retención de líquidos, aumento de la grasa abdominal y corporal, peor calidad del cabello.
- Cansancio físico y mental.
Es importante destacar que no todas las mujeres experimentan los mismos síntomas ni con la misma intensidad. Hay factores que pueden incidir negativamente en este proceso, como por ejemplo:
- Tabaquismo
- Dieta inadecuada
- Sedentarismo
- Ejercicio inadecuado
- Consumo de alcohol
- Descanso insuficiente
- Exceso de actividad física y mental
- Estrés
- Intensidad emocional exacerbada
- Por un lado, la disminución de estrógenos* es un factor que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y la descalcificación ósea que a su vez aumenta el riesgo de osteoporosis.
- Por otro lado, la disminución de la progesterona* que afecta negativamente el estado psico-emocional.
Con la Medicina Tradicional China puedes mantenerte equilibrada, serena y vital.
La MTC funciona por que nos ayuda a adaptarnos constantemente, física, energética y psicoemocionalmente a cada situación de la Naturaleza de la manera más armónica. Tanto la naturaleza externa como a la de nuestros propios procesos biológicos.
La etapa vital de la perimenopausia y la menopausia no es un proceso patológico, pero sí que requiere de tu atención y cuidado para vivirla plenamente y prevenir posibles situaciones poco saludables en el futuro.
Las mujeres taoístas consideraban el cese de la etapa reproductiva como una oportunidad para evolucionar. Llamaban a la menopausia como la «Segunda primavera», momento de volver a florecer.
La preparación del cuerpo para la concepción supone un gran consumo de energía y sustancias vitales. En la menopausia, todo ese potencial biológico que ya no se utiliza para la reproducción queda liberado, y puede no ser utilizado y estancarse -«marchitarse»-, o puede ser utilizado para «florecer».
La imagen del florecimiento ilustra a una mujer que en la segunda mitad de su vida biológica ya se conoce a sí misma, en las profundidades de su psique y en la inteligencia de su cuerpo, y sabe cómo mantener su equilibrio vital. Una mujer que es libre de decidir y elegir en cada momento lo que es bueno para su desarrollo, salud y evolución.
Por ello, desarrollaron métodos para cultivar y almacenar esta energía vital, manteniéndose saludables, vitales y gozosas, en cuerpo, mente y «espíritu» hasta la longevidad.
El conocimiento de las Mujeres taoístas es un pilar fundamental en la MTC.
En Essentia Espacio Terapéutico encontrarás sus métodos para la salud en el tratamiento de MTC que consiste en: acupuntura, nutrición, fitoterapia (uso de plantas medicinales), osteopatía y digitopuntura craneal, técnicas respiratorias y meditativas.
Es un tratamiento natural, sin tóxicos ni efectos secundarios. Recomendado para:
- Reducir la intensidad y la frecuencia de los sofocos y la sudoración.
- Mejorar la calidad de sueño y recuperar el descanso profundo.
- Re hidratar la sequedad
- Mantener la mente y emociones estables, tranquilas y serenas.
- Ralentizar el proceso de envejecimiento natural del cuerpo, reduciendo los dolores y favoreciendo la calidad de los tejidos corporales, para conservar la flexibilidad, el tono y la fuerza.
- Recuperar la vitalidad, la libido y las ganas de disfrutar tu vida.
Y si realmente quieres conocerte a ti misma en profundidad y evolucionar, «liberarte de la ansiedad, el estrés, la angustia, la confusión…estados mentales desarmónicos por los que todas las personas transitamos alguna vez, que nos impiden vivir con aceptación, contentamiento y plenitud», puedes hacerlo mediante la Terapia Psicocorporal Humanista.
Tú decides siempre cómo quieres vivir, ser y estar. Tu Naturaleza está de tu lado, sé feliz y saludable.
* Estrógenos: son un grupo de hormonas sexuales que se producen principalmente en los ovarios, pero también en las glándulas suprarrenales y el hígado. Son responsables del desarrollo de las características sexuales secundarias en las mujeres, como el crecimiento de los senos y la regulación del ciclo menstrual. Tienen un papel importante en la salud cardiovascular, pueden influir en el estado anímico y la función cognitiva. Ayudan a mantener los vasos sanguíneos flexibles, promoviendo una buena circulación. Su disminución puede provocar endurecimiento de las arterias y aumento en la presión arterial. Son fundamentales para el mantenimiento de la salud ósea, ya que regulan la actividad de las células del hueso. Por un lado estimulan la actividad de los osteoblastos, que se encargan de la formación del nuevo tejido óseo, y por otro lado inhiben la actividad de los osteoclastos, cuya función es descomponer el hueso. De esta forma se mantiene el equilibrio que evita la pérdida de masa ósea y previene la osteoporosis. Además, regulan el metabolismo de los lípidos y disminuyen la inflamación.
*Progesterona: es una hormona que se produce principalmente en los ovarios después de la ovulación. Su función principal es preparar el útero para la implantación de un óvulo fertilizado y mantener un embarazo temprano. También regula el ciclo menstrual y tiene efectos antiinflamatorios en el cuerpo. Además actúa como neurotransmisor favoreciendo la salud mental, ya que tiene un efecto relajante que ayuda a tolerar el estrés (actúa como un ansiolítico natural) y tiene también propiedades antidepresivas.